sábado, 15 de marzo de 2014

[Reseña] Una cierta Justicia – P.D. James

Una novela para disfrutar

Una cierta Justicia – P.D. James

Venetia Aldridge es una abogada experta en criminalística cuya mayor especialidad es defender a los que prácticamente están condenados, y lograr dejarlos libres: asesinos, violadores y lo que podría considerarse lo peor de la sociedad. Una mujer hábil, inteligente, una líder total con una vida personal con mucho que desear.

Y en un instante determinado cuando pareciera que la vida es permanente y todo por lo que ella lucha, hasta su reputación, está en su mejor momento, Venetia es asesinada.

Su muerte es un misterio. Varios enemigos, tantos motivos, tan pocas coartadas hacen que un gran conjunto de personas parezcan sospechosas. ¿Quién es el asesino? ¿Cómo fue la vida de la víctima? El famoso agente Adam Dalgliesh y su equipo aparecen para buscar respuestas, interrogantes que solo pueden ser resueltos por un verdadero equipo investigativo.



Obra fantástica


Una joya extraordinaria, altamente recomendada para cualquiera que desee una buena historia.

No es un thriller que mantiene al lector emocionado durante la obra o que lo mantiene a punto de gritar (como en otras obras que he reseñado en este blog), sino que más bien es una novela policiaca con poca acción pero si mucha tensión.

Por eso en esta historia no hay persecuciones (tal vez una sola), ni batallas entre los personajes. Es por el contrario, un cumulo de historias descritas con lujo de detalles mostrándole al lector el porqué de ciertas decisiones que llevan a entender el asesinato de Venetia Aldridge. Creo que esta es una historia excelentemente entretejida que le gustará a cualquier persona.



Leyes y policías



Toda la historia se da en un contexto de abogados criminalistas londinenses, lo que hace que las conversaciones, los análisis policiacos y los personajes en sí mismos, giren alrededor del derecho penal londinense, haciendo interesante para los lectores la justicia humana.

Creo que los que sean abogados (y principalmente los enfocados en el derecho penal) disfrutarán mucho la novela, pues el contexto y los casos que se describen allí son muy interesantes.

Hay momentos de la novela (y principalmente antes de la muerte de Venetia) en que se describen casos, se explican la forma en que piensa el abogado, la forma en que piensa el fiscal y como debería funcionar el jurado. Excelente.

Para los que no somos abogados, el beneficio es todavía mejor. Creo que la obra brinda elementos excelentes para que tengamos una idea del pensamiento del derecho: ¿Cómo son las cuestiones del abogado cuando debe defender a alguien culpable sabiendo que toda persona tiene derecho a una defensa? ¿Dónde está la ética? ¿Y dónde está el amor al derecho? Creo que después de esta obra, nunca volveré a ver a un abogado penalista de la misma manera.

Considero que los abogados penalistas deben ser ejemplo para una sociedad cada vez más sucia e injusta como la que vemos cada día.

Pero la novela no solo gira en torno al derecho, la verdad es que la labor del cuerpo policial es excelente en la historia. No sé mucho de cómo funciona el Scotland Yard, o las organizaciones de inteligencia, pero la historia hace que el lector quiera ver el mundo como los policías de la novela lo hacen.

Y precisamente cuando se analizan los policías de la historia, una conclusión clara es el gran héroe que es el agente Adam Dalgliesh, un personaje de admiración. La novela logra que uno recuerde que los policías son seres humanos con aciertos y con defectos, personas que han decidido hacer miles de sacrificios por una sociedad que necesita de agentes que ayuden a establecer justicia, pero que curiosamente no es muy agradecida con ellos, ni cuando hacen mucho ni cuando hacen poco. 



La víctima antes de su muerte



En historias de este tipo, donde básicamente todo consiste en saber quién es el asesino y a partir de esa investigación que se genera desarrollar varios personajes para llegar a un buen desenlace, es común que todo comience con el asesinato en sí mismo. Esto es común en libros, películas y muchas series (como por ejemplo CSI), donde una de las primeras escenas es el policía siendo informado de un crimen que acaba de ocurrir.

Pues bien, esta novela es diferente, pues comienza con la vida de Venetia Aldridge, y muchas de sus historias sin pensar en un asesinato.

Es increíble que el asesinato se da alrededor del 22% de avance del libro (aunque lo mencionan desde la primera página y por eso no hay problema en mencionar dicho evento en esta reseña). Esto hizo que me conectara tanto con el personaje, que no podía creer que había muerto.

Impresionante la labor de P. D. James (la autora) en lograr construir una novela completa antes del asesinato en sí misma. Excelente, poco común y con un resultado formidable.



Las trivialidades



Esta es la primera novela que leo de P. D. James, y estoy seguro no será la última. Una de las cosas que me gustó mucho de la escritura fue el uso de trivialidades en los pensamientos como un ingrediente para ambientar la historia:  Muchos de nosotros cuando entramos a un lugar, por importante que sea la reunión que tengamos, algunas veces simplemente nos quedamos observando el color de la pared y nos preguntamos cómo puede ser que haya ese color en un lugar. La historia se agarra de esas trivialidades para hacer que uno llegue a conocer mucho los personajes. De verdad que me gustó mucho esto, pues no se trata de hacer escenas largas y confusas, sino de hacer que los personajes sean tan humanos que uno llegue a considerarlos casi reales. Felicitaciones P.D. James.


Elegancia inglesa


Algo que me gustó mucho de la historia fue la elegancia británica. Una clase impresionante logra la autora haciendo que el lector se traslade a Londres, a sus calles, a sus costumbres y a su crudeza elegante que intimida pero que motiva.

Uno de los grandes aciertos de cualquier libro es lograr ese balance perfecto que consiste en describir supremamente un lugar para ambientar al lector pero no hacerlo demasiado para que la historia no se vuelva larga y aburrida. Es evidente que la autora logra este maravilloso balance con majestuosidad.


Cuatro libros, cuatro historias


Posiblemente lo que más me gusto de la novela es que me sentí leyendo cuatro libros distintos. Sencillamente impresionante lo que logró la autora.

La novela está distribuida en 47 capítulos, organizados en cuatro grandes secciones llamadas libros, y al mirarlos bien son realmente libros, pues sus enfoques son totalmente distintos aunque enfocados en la misma historia.

El primer libro, llamado “Abogada de la defensa” se concentra en Venetia y su vida. Podríamos decir que esta mujer es la protagonista de la historia en este primer libro, y como ya lo mencione líneas arriba, es tan impresionante el desarrollo del personaje que simplemente uno no quiere que muera. Aquí hay historias de su vida laboral y familiar, problemas, sufrimientos que experimenta, enemigos que aparecen y otros que desaparecen.

El segundo libro es “Muerte en las cámaras” y es cuando aparece el asesinato y entra la policía. Aquí el protagonista en Adam Dalgliesh, un famoso agente del Scotland Yard, que junto con su equipo, comienzan la investigación, el análisis de documentos, las entrevistas, el descarte de sospechosos y la intriga por saber quién es el asesino. La verdad es que cuando leía este segundo libro, el primero parecía como un susurro del pasado pues era como una historia enterrada en el tiempo.

El tercer libro, y posiblemente el mejor, se llama “Una carta desde el mundo de los muertos”. No puedo decir mucho de este libro, pues arruinaría la historia a quien quiera leerlo, pero aquí comienzan a aclararse muchos elementos del asesinato de una forma fascinante y sorpresiva (realmente inesperada). Aquí, aunque el protagonista sigue siendo Dalgliesh, aparecen tantos personajes, tantas historias, y tantas pistas que realmente el lector llega a dudar sobre cómo terminará la historia.

Por último está el cuarto libro, cuyo título es “El Cañaveral” y es el desenlace de la historia. No puedo decir nada más. Simplemente sorpresivo y espectacular. 


El centro no es Dalgliesh, pero si es el héroe


Es la primera novela que leo de P.D. James y me lleve muchas sorpresas, conforme iba avanzando en la lectura e investigando en diferentes fuentes sobre esta novela: Resulta que Adam Dalgliesh es el personaje central de varias novelas de P.D. James y “Una cierta justicia” es el número 10 con este agente de Scotland Yard. 

Pero aquí comienza lo maravilloso de la novela: Adam Dalgliesh no es el centro de la historia, pues en muchos momentos la historia gira alrededor de Venetia, otros momentos alrededor de Kate Miskin, agente del equipo del famoso policía, y en otros momentos alrededor de Octavia Aldridge, hija de Venetia.

A diferencia de otros autores como Dan Brown, que sus historias giran totalmente alrededor de su famoso personaje Robert Langdon, el protagonista de P. D. James no consume toda la historia.

Dalgliesh es más bien una clase de héroe que sabe cuándo ser y cuando no ser el centro de la historia. Felicitaciones señora James por el desarrollo magistral de su personaje.

Y precisamente aquí aparece una virtud adicional de la autora. Cuando supe que era el décimo libro con Adam Dalgliesh, tuve temor de haber perdido mi tiempo leyendo la historia, pues llegué a pensar que debí haber leído los nueve libros anteriores, pero no, el libro es totalmente autocontenido, y hace que no sea necesario leer los demás antes de este.

Eso sí, la novela es tan extraordinaria que te motiva a querer leer los demás libros de P. D. James sobre este extraordinario policía de la agencia inglesa de inteligencia. 


Lo malo del ser humano


Creo que una de las grandes lecciones que me deja esta novela es recordarme que el ser humano es malvado por naturaleza. Aunque es una novela y por ende no es un hecho real, si es cierto que lo que ocurre en la historia podría suceder en cualquier oficina de abogados penalistas.

Corrupción en el ser humano, odio de una hija a su madre, una vida caracterizada por rechazo desde la niñez, un suicidio consecuencia de una crisis familiar, corazones resentidos con el sistema de justicia humano, venganzas maquinadas por años, una persona obsesionada con otra al punto de construir una vida alrededor de su delirio ¿Qué más puedo decir? El libro me hace reflexionar sobre la vergonzosa sociedad en la que estamos y eso es una razón más para leer este libro.


El sorprendente final


Después de leer el libro, la mayor sorpresa que llega al lector es el final, pues a primera vista es algo inconcluso (créame no quedan cosas por decir pero si por pensar) y eso puede molestar a algunos lectores, pero luego de meditar un poco al haber terminado la historia, y pensar sobre lo que ocurre realmente en el libro, se vislumbra el propósito de la autora con su narración, y no es el que uno piensa durante gran parte de la lectura (y por eso los lectores molestos).

El título es "Una cierta justicia" y eso es lo que debe quedar en la mente después de tan extraordinaria historia, por eso considero que el final es el apropiado y además el inspirador.

Recuerden, un libro es un tesoro no por su valor material sino por su tesoro intelectual.


¿Conoces libros de P. D. James? ¿Has escuchado al agente Adam Dalgliesh? ¿Te llaman la atención las novelas que giran alrededor de los abogados? Nos encantaría ver tus comentarios

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